T'es sortis d'où toi et ta belle bouche?

No fui un tipo muy precoz, al menos en cuanto a las relaciones largas. Quizá esté bien, quizá no, la verdad es que no tengo punto de comparación, no es un tema que acostumbre tocar, de hecho el que me encuentre sentado escribiendo esto hoy es más producto del azar que de otra cosa. Bueno, el descubrimiento de la gravedad también lo fue, así que no puede ser tan malo.

Vamos sumando páginas al libro, en el sentido más amplio que se le pueda dar a la palabra.

Es sano y entretenido a veces hacer un alto y descubrir que sí has elegido bien la mayor parte de las veces, que todo lo que ellas te han dado ha sido tremendo, que las adoras a todas sin excepción, y que definitivamente quisieras verlas de nuevo. No hay cosas que lamentar cuando las cosas han sido reales. No podemos detenernos en las malas experiencias creo, a pesar de que me cuesta entenderlo un poco ahora.

Creo que lo más atrás que puedo ir es C. S.

Una chica lindísima, era amiga y compañera de curso de P.B., recuerdo cuando pedimos permiso a sus papás para pololear… eso fue divertido, recuerdo que donde ella vivía se podía pasear hasta muy tarde, las bicicletas de los niños quedaban afuera y nadie las robaba, era un lugar extremadamente tranquilo, muy agradable, tengo el recuerdo de haber visto Lobo con ella en el cine, junto con David y la Pam. No había mucho de qué preocuparse en esos días, todo simplemente ocurría…

Las fiestas, los cumpleaños, los paseos furtivos al centro… a ella le gustaba Bon Jovi.

Mucho.

En ese tiempo yo hacía de las mías con mi pelo, líneas, peladas al cero, antes de que se convirtieran en ordinarieces, yo fui un pionero.

Una vez nos enojamos porque yo quería irme a casa a hacer un trabajo de biología que era para la otra semana. Idiota yo.

Un día me invitaron a una fiesta, recuerdo haber ido y haber visto una figura muy delgada que se quedó junto a la muralla. Yo no había pedido permiso, tuve que irme pronto, pero el fin de semana siguiente había una sorpresa para mí. Otra fiesta. Un lugar totalmente diferente, y la misma figura apoyada en la pared. Más tarde descubriría que se llamaba V. Historia corta ésa, ni tan intensa pero simpática, ella era muy guapa, y recuerdo que por unas semanas la pasamos bien. La he visto pasar. Sigue siendo muy bonita.

Cada vez que escucho Who Needs You de Queen me acuerdo de ella, y de esa época, ir a jugar básquetbol a Higueras con David y los demás, aún no conocía a los otros muchachos, pero faltaba poco.

Siempre detesté a mi colegio y por extensión a la gran mayoría de mis compañeros, eran demasiado top para mí, claramente había excepciones, pero las chicas ya eran más maduras, y sinceramente nunca me atrajo ninguna.

Excepto ella.

Era extraña E., eso fue más amistad que nada, pero fue bien entretenido. La pasábamos bien juntos.

No sé mucho más de ella, pero si ha seguido como era, debe ser la mujer más celosa del planeta Tierra.

Y sería todo el colegio… en realidad fue una mierda de etapa.

Luego vendría mi PAA y mis 710 ponderados que no me alcanzaron para lo que quería, afortunadamente. Estaba a punto de conocer lo que era bueno.

Un preuniversitario extremadamente económico manejado por estudiantes se levantaba en el mismo edificio donde hoy está la CONAC en Concepción.

S. era amiga del Pato, muy guapa ella.

Ella estaba un poco obsesionada con una telenovela que había en televisión abierta en ese tiempo, por lo que insistía en despedirse de mí diciendo unas palabras que no recuerdo bien. Pero definitivamente no era chao ni nada por el estilo.

Yo solía montar exposiciones en la cafetería del preu con mis dibujos, y me sentaba con Pato hasta que llegaba ella con una amiga a preguntarme por ellos y a pedirme alguno de regalo. A veces la llevaba a su casa y nos quedábamos allí charlando. Un día me invitó a una fiesta a la que yo no quería ir, pero insistió tanto que finalmente aparecí.

Estuvo realmente fome.

En el preuniversitario no se descansaba. Me refiero puntualmente a que la casa estaba operativa incluso los fines de semana, y no exactamente con cursos preuniversitarios…

Aquella fiesta fue memorable, el primer piso era un ambiente normal, mientras que todo el segundo nivel tenía apariencia de tugurio malamuerte, con bolsas de agua colgando del techo, vino, juegos como dominó y dardos para matar el tiempo, y en la mañana consomé y machas al pil pil. Increíble. C. estaba en el primer piso. Delgadísima como me gustan, con jeans y una polera corta de color verde. Linda ella. Recuerdo que me encantaba verla a la luz del sol, su pelo era algo increíble, tenías que verla, perfectísima y radiante, todo el mundo la miraba. Salíamos mucho, pero curiosamente no recuerdo adónde.

Si tuviese que elegir un tiempo para quedarme toda la vida, sería el año que pasé en ese preuniversitario. Ha sido la mejor etapa de mi vida. Lejos.

Especialmente por A. Q.

Ella era compañera mía en el curso de biología, la primera vez que recuerdo haber hablado con ella fue durante una clase, algo de una película creo, todo porque minutos antes no le había podido sacar los ojos del pantalón, quizá un poco más roto que lo normal en la parte trasera.

No he conocido mujer más tremenda que ésta. Jamás había aprendido tanto de alguien.

Pasábamos días enteros juntos, en el verano nos íbamos al Aula 0 solos o con amigos, íbamos a conciertos, obras de teatro, paseábamos por Concepción hasta terminar en la U con unas latas de cerveza a eso de las once, los carretes en su casa eran memorables, a veces bailábamos hasta tarde con música antigua, otras veces sólo bebíamos, otras veces sólo nos arrancábamos a su pieza…

Ella tenía la cama armada en el suelo.

La segunda vez que di la prueba fue bien desafortunada, hubo incidentes que no quiero mencionar que afectaron seriamente mi puntaje. Recuerdo muy bien que ella transformó el pésimo día de la entrega de resultados en uno de los mejores de mi vida. Estuve toda la tarde en su casa, simplemente conversando y escuchando música. En un momento sonaba Un Día de tus Días de Los Jaivas en la radio, y la letra de la canción lo dijo todo. Escucho eso y veo esa cara.

No puedo ya vivir sin tu cariño

Por haber conocido

Un día de tus días

Ese día significó muchísimo para mí, todo lo que ocurrió fue perfecto. Sí, si hubiese que elegir una época para quedarse por siempre sería esa. Un día para quedarse, ése.

Porque la universidad y la distancia destruyeron todo. La universidad siempre destruye todo, incluyéndome, pero no siempre fue tan mal. En 1998 se sumó al curso una chica morena, delgadita, muy bonita. Cómo olvidar a Fito sonando durante las mañanas en los parlantes del departamento de P. V. Compartimos muchos gustos, hubo notables carretes con ella.

Pero no mucho más que eso.

Me quedan dos capítulos en el libro que voy a omitir. Uno por lo complicado que puede resultar a ciertas audiencias y el último porque en realidad, como se dice en el lenguaje popular, escaso aporte.

Saludos

Nahuel

Etiquetas: reflexiones